MÁS SOBRE EMOCIONES…
basicas- Atrapadas – En la Cultura y En el Coaching
Alguna idea inicial acertada sobre la naturaleza de las emociones humanas puede extraerse de la propia etimología del término.
Nuestra palabra «emoción» proviene del latín emotional, que significaba «acto de remover»; y del verbo emotio, que venía a significar «alejarse» y «moverse». De ahí los juegos de palabra ingleses actuales que parten de la raíz motion, moverse y emoción a la vez.
Para nuestros ancestros latinos, pues, la emoción tenía algo que ver con el movimiento, con la acción.
Para la biología, las emociones suponen un complejo proceso hormonal, fisiológico e incluso muscular que sirve para establecer y asentar la vida en sociedad.
Para la psicología, simplificando, las emociones suponen el impulso básico de la mente consciente además de una fuente de patologías diversas si han sido mal socializadas.
Función adaptativa de las emociones: Preparan al organismo para la acción. Facilita la conducta apropiada a cada situación (Darwin).
Para las grandes religiones – cristianismo, budismo, islamismo, hinduismo- las emociones son el objeto central de su motivo de existir, consiste en socializar ciertos impulsos emocionales – como la ira o el terror a la muerte- para reorientarlos hacia el amor y el gozo de existir. En definitiva, para favorecer la vida en sociedad.
Desde la antropología, las emociones deben entenderse como el campo básico sobre el cual se crea la red de conexiones y prácticas sociales que devienen en sistemas y contenidos culturales.
Las emociones son la matriz sobre la que se mueve la vida social, son tipos básicos de conductas relacionales sobre las que se da la comunicación necesaria para crear los diversos mundos culturales.
El amor, por ejemplo y en palabras del biólogo Humberto Maturana, es el conjunto de conductas relacionales a través de las que el otro, la otra o uno mismo surge como legítimo «otro» en convivencia con uno mismo. El amor es el resultado de una forma de relacionarnos socialmente basada en el reconocimiento mutuo.
En el sistema de salud chino por ejemplo se relacionan con el dominio emocional desde un lugar en el que se le confiere a las emociones el poder de ser causantes de enfermedad…
En el Coaching Ontológico, nos relacionamos con la emoción como: e- motion, en movimiento, en acción… Y las consideramos predisposiciones para la acción, dada la emoción en la que nos encontremos tenemos a mano unas acciones y no otras, el poderlas reconocer en nosotros nos permite ver como yo reacciono ante una situación y/o evento determinado, el poderlo ver o prever, hace que tengamos la oportunidad de afianzarnos y evolucionar en el ser que somos y elegir nuestras acciones…
Estamos convencidos que no hay emociones buenas o malas, negativas o positivas, cada una tiene un rol en nuestras vidas que posibilita una manera de ver y/o viene a hacerse cargo de algo, permítanme dar un ejemplo con algunas de las emociones básicas:
La Rabia: Su Rol: es darme la fuerza para alcanzar lo que busco, defender mi dignidad, poner los limites, ir tras lo que es relevante para mi y lograrlo; Si se contiene, no se expresa, no sale, no cumple su rol!!! Llega su toxicidad puede verse o manifestarse como enfermedad, puede trasladarse y convertirse en Estado Anímico y ahí llega el Estado Anímico llamado: Resentimiento.
La Tristeza: Su Rol es conectarnos con lo IMPORTANTE, viene a decirnos que eso que sucedió o siento me muestra que hay algo que perdí… nos lleva al pasado… sin expresarse llega la insatisfacción, el disconfort y si se instala por un periodo más continuo, cuando todo aquello que hago se nubla con tristeza, llega el Estado Anímico llamado: Depresión.
El Miedo: Su rol es cuidar, ponernos en aviso de ese «algo» que quizás si sucede pueda generarme una PERDIDA FUTURA… El miedo nos protege y nos advierte y nos pone sobre aviso, permitiéndonos hacernos cargo de eso que si llegara a pasar nos generaría sufrir dolor o una pérdida futura, el no escuchar el miedo y/o el negarlo se ve reflejado por ejemplo en la aparición de la gastritis, la ulcera, y aparece el Estado Anímico de Temeroso, o preocupación constante o angustia!!!
¿Que es una “Emocion Atrapada”?
A veces, por motivos que aún no comprendemos, las emociones no se procesan completamente.
En estos casos, en vez de simplemente experimentar la emoción y luego avanzar, la energía de la emoción queda de alguna manera “atrapada” dentro del cuerpo físico.
Entonces, en vez de atravesar tu momento de enojo, o un período temporal de tristeza o incluso depresión, esta energía emocional menos conducente puede permanecer dentro de tu cuerpo causando un significativo estrés físico y emocional.
A veces puedes sentir que, a menudo, estás peleando contra el peso de algo pero no puedes decir concretamente qué es y tal vez tu vida no sea como lo habías esperado.
Tal vez tus intentos por formar relaciones duraderas nunca parecen funcionar y puede que desees que algunos acontecimientos del pasado nunca hubiesen ocurrido porque te sientes impotente para superarlos.
Incluso puedes tener un sentimiento inquietante de que tu presente está siendo tomado de rehén por tu pasado de una manera vaga e indefinible.
Es quizás en estos momentos cuando de manera sintomática y física nos damos cuenta que la temporalidad de la emoción, no es circunstancial, no logras «explicar» o «deducir» a que se debe tu estar… Es cuando sin importar que hagas o digas o el entorno en el que te encuentres eso permanece y esta contigo, y pareciera que te «atora», se «toxifica» y sentimos la necesidad de expulsarlo y liberarnos de esa sensación…
En la mayoría de los casos y no será esta la única manera, tienen origen en eventos de alto impacto en nuestra infancia, y desde la psicología se reconoce que pueden quedarse registrados en nuestro inconsciente y están acompañándonos permanentemente durante nuestras vidas, para lo cual requerimos hacer un trabajo «consiente» que permita traerlos al momento presente para poder empezar a rediseñar y resignificar nuestra manera de aproximarnos y referirnos a ese evento, que ya sucedió, que ya pasó y que en algunos casos no tenemos tan claramente evidenciado; una vez visto, podemos empezar a emprender nuevos aprendizajes y otras acciones que nos posibiliten liberarnos de esta emoción, sacarla de su «cárcel» y permitirnos trascender a la vivencia de las emociones desde un espacio de mayor armonía y fluidez.
Existen otras causas internas que nos enferman dependiendo del valor que la mente asigna ó asignó al estimulo sensorial o al evento pasado, éstas son por ejemplo el resentimiento y la reacción ante las criticas.
•El Resentimiento. La misma palabra nos indica su significado “re-sentir”, recordar y sentir ahora cosas que ya pasaron en forma continuada día a día. Un resentimiento largamente cultivado, una pena que tuvimos y la recordamos como si fuera hoy, el sentirnos culpables hoy por lo que ya fue, el no perdonar lo que nos hicieron puede carcomer el cuerpo hasta convertirse en la enfermedad que llamamos cáncer, algunas veces es un estado anímico, que nos acompaña como una emoción que se instala por periodos de 3 a 6 meses y… También hay momentos en los que esta sensación proviene de atrás… Y pareciera que hay algo que siempre esta aquí conmigo, una «molestia» o «rabia» permanente a lo largo de la vida ahí…
Quizás podríamos comenzar a ver esta rabia, este enojó como una emoción atrapada en nosotros.
b) Las Críticas. Con frecuencia el hábito permanente de la crítica, se refleja a su vez cuando somos severos en juzgar nuestros propios comportamientos y así mismo el de los demás, y esto puede instalarse como una práctica habitual que conduce a la insatisfacción permanente, que hace que nada de lo que se realice este bien, siempre falta algo para hacerse según los estándares esperados, y al esto provenir desde un lugar quizás ajeno a nosotros… El inconsciente en donde eso está allí, instalado, me acompaña siempre, llega la sensación de malestar, de inconformidad que se prolonga a la minusvalía y/o baja autoestima, dado que todo lo que hago no es suficiente, reconozco en el cuerpo la insatisfacción y se refleja en el desempoderamiento y falta de auto confianza, se desdibuja el Yo y la propia capacidad personal.
EMOCIONES FACILITADORAS Y/O INDISPENSABLES PARA EL SER COACH:
(Luminosas en el Coaching)
EMOCIONES FACILITADORAS Y/O INDISPENSABLES PARA EL SER COACH:
(Luminosas en el Coaching)
Uno de los aspectos maravillosos que tenemos los seres humanos es que las emociones atrapadas, una vez que son liberadas, reconocidas y trabajadas, se van para siempre. Por otro lado, es posible que las personas tengan más de una incidencia de una emoción particular alojada en su cuerpo. En este caso, se podrá liberar la misma emoción muchas veces, pero cada emoción será una energía atrapada separada y distinta, generalmente como resultado de acontecimientos emocionales diferentes en tu pasado. También es posible que una persona tenga varias emociones distintas que quedaron todas atrapadas por el mismo acontecimiento.
Si bien determinar y/o limitar unas pocas emociones para referirnos a la práctica del coaching es de cierta manera algo contradictorio con la práctica como tal, ya que el dominio emocional en todas sus dimensiones es fundamental en el arte del coaching ontológico, vamos a hacer una aproximación a aquellas emociones que deben estar presentes en el ejercicio del coaching, aquellas que si están, potencian la relación coach – coachee, que acentúan la creación de la confianza, facilitan la conversación y brindan un mayor abono para que el aprendizaje del coachee se de:
AMOR:
Siguiendo con una de las premisas del coaching ontológico en donde no hay un Yo sin un Tu, que es lo que nos permite legitimar al otro como un verdadero ser… Como lo plantea Maturana en su definición del Amor, como el resultado de relacionarnos socialmente… Es esta emoción la que nos permite estar, ponernos ante el otro, amar el espacio, amar la historia, amar la vida del otro, amarnos haciendo lo que hacemos, amar la magia, amar la lógica, amar el proceso, amar el caos, amar el devenir, el AMOR: nos conecta con el alma del otro y nos predispone a SERVIR GENUINAMENTE sin restricciones.
COMPASioN:
Esta es la emoción base, es la que nos permite como coaches, darle al coachee lo que «necesita» que no necesariamente es lo que desea!, la compasión pone nuestra humanidad al servicio, solo bajo ella es que podemos ponernos completamente ahí para el otro, en donde el coach tiene a la mano, ver que eso que hoy atraviesa su coachee es una situación que también puede sucederle a el en el futuro o incluso pudo haberla vivido… Recordemos otra de nuestras premisas, «Los Coaches servimos desde nuestras heridas», es decir en la vida que hemos vivido están los cimientos en los que fundamentamos nuestro ser coach.
ASOMBRO:
Solo mediante el asombro podemos sentarnos frente al coachee y escuchar su historia como una única y nueva historia… Y allí puede llegar nuestra capacidad para legitimar al otro y legitimar sus quiebres y/o lo que trae… Y asombrarnos con su capacidad de aprendizaje, con su grandeza, con la magia, con lo inexplicable, con eso que pasa aun sin que sea diseñado por nosotros…
CONTEMPLACioN:
El contemplar es lo que nos permite, conectarnos con lo relevante, con lo asombroso, con lo simple, con la contemplación puedo soltar mi expectativa acerca de lo que espero que suceda en el Coaching o lo que traiga el coachee, con la contemplación puedo, admirar, observar, deleitarme con lo sutil y casi imperceptible que se da cuando dos seres humanos están amorosa y genuinamente juntos.
GRATITUD:
La gratitud viene de «Gratis» es aquello que se da sin nada a cambio, simplemente sucede, la gratitud afianza relaciones, nos pone en contacto con lo mas grande, gracias a la vida, a Dios (el dios de cada quien), con la gratitud a la mano, el coach puede agradecer el estar en presencia de la grandeza de otro, de la divinidad, poder agradecer la maestría de sus coachees, agradecer las voces y las enseñanzas de sus maestros y compañeros y lo gratificante que es esta práctica.
IRREVERENCIA:
Vista como emoción, la irreverencia le permite al coach, traer la aventura, el desafío, el reto, la firme ternura, la perspicacia entre otras, esta emoción dispone al coach al atrevimiento, siempre guiado por la gentileza de la compasión y dando cuenta de lo que le sirve al coachee en ese instante.
HUMILDAD:
Esta emoción es la que le permite al coach rendirse ante su coachee, ante lo que aún le falta por aprender como coach, es la emoción que le posibilita al coach aprender de su coachee, poder parar a tiempo, reconocer cuando retirarse y saber que los logros de su coachee son del o la coachee y no son producto de la audacia y maestría del coach.
TRISTEZA:
Si la tristeza acompaña al coach, y este puede salirse de si y traer sus heridas al servicio de su coachee… Va a poderse conectar con lo relevante, con lo que le importa, con lo que puede develar a su coachee. Y la conexión podrá contribuir a la generación del espacio que le permite al Ser del otro aparecer!!!
CONFIANZA:
Esta es la emoción base para que el coachee se atreva a ponerse, a coordinar acciones con su coach y a traer lo que realmente le importa, un Yo creíble y confiable, trae consigo su experiencia y su impecabilidad y todo su ser lo pone al servicio del otro, el coach es coherente y consecuente en sus acciones dentro y fuera de la sesión.
ALEGRÍA:
Esta es la emoción que posibilita traer la liviandad, y que a pesar que en el Coaching se pueda conversar acerca de lo que inquieta, duele, atormenta, se dificulta, lo que genera etc etc… Todo puede ser abordado con liviandad, la alegría convoca, sostiene, posibilita espacios serenos de aprendizaje.
SERENIDAD:
Esta emoción hace que el coach pueda «esperar»… Estar ahí, para, por y con su coachee, con una línea de tiempo circular, en donde no hay un única manera y el estar sereno le permite al coach estar entero, completo y presente.
EMOCIONES SOMBRÍAS EN EL COACHING
(desde su sombra)
SOBERBIA:
Esta es la sombra de la arrogancia con unas gotas de «rabia»‘ aquí el coach se para en la sombra completa de la arrogancia, habla desde las certezas, trae la verdad y desde ahí se deslegitima al observador que el otro es.
En la Soberbia el coach sabe como debe vivir la vida el coachee, lo quiere llevar a un determinado lugar y eso indica que tiene una agenda propia.
En la sombría arrogancia el coach quiere: resolver, solucionar, aclarar y responder… Desde ahí no hay espacio para APRENDER.
LA laSTIMA:
Cuando un coach acompaña desde la lastima, mira a su coachee con cierto dejo de superioridad, ahí no hay posibilidad de que llegue la Compasión, es cuando el coach considera que «pobre de esta persona con ese quiebre o esa situación tan dura» que a el o a ella como coach esta leeeejos de sucederle!!!
En la lástima a veces llega en el coach las ganas de Ayudar, que no es lo mismo que servir y otras veces trae el abandonar…(al desvalido… Ya que considera que no hay nada que hacer…)
EL DESPRECIO:
Esta emoción limita el relacionamiento entre coach y coachee, pues dispone al coach a rechazar, abandonar, y/o menospreciar la historia, lo que el coachee trae como quiebre, hace que se invalide el dolor y desde ahí no es posible interesarse genuinamente por el otro.
IMPACIENCIA / INTOLERANCIA:
Cuando los coaches nos ponemos impacientes, queremos ir a un lugar, vamos a nuestro ritmo y no al del coachee, perdemos de vista la humanidad del otro y ahí queremos terminar, hablamos de lo «obvio»… Ya sabemos y nos molesta que el otro no lo vea «tan claro»… Podemos «atropellar o sobrepasar» los limites del coachee.
MANIPULACIÓN:
Esto es cuando el coach utiliza el coaching o lo que sabe para hacer que el coachee, vea, haga, crea y/o diga lo que el desea que pase… Y quizás busque un beneficio personal con el proceso.
Esto va en contra de la ÉTICA del coaching.
“El coach debe aprender a buscar el alma,
a través de la ventana de las emociones”
Julio Olalla – El Ritual del Coaching